El impulso de la economía circular como medida
La mala gestión de los aparatos electrónicos y electrodomésticos fuera de uso (la conocida como basura electrónica o e-waste) se ha convertido en una de las peores plagas de la era de las nuevas tecnologías y el comercio global.
En todo el mundo, cada año se generan aproximadamente 50 millones de toneladas de desechos electrónicos y electrodomésticos, y el 80% de ellos acaba en vertederos o en el medio natural sin la gestión de reciclaje adecuada, según un nuevo informe sectorial publicado por iniciativa de siete entidades de la ONU, entre las que destaca la Universidad de Naciones Unidas y el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente.
Los resultados y propuestas que se recogen en este nuevo informe, Una nueva visión circular para la electrónica: Es hora de un reinicio global (A New Circular Vision for Electronics), han sido presentados el 24 de enero en el Foro Económico de Davos (Suiza) con el apoyo del Consejo Empresarial Mundial para el Desarrollo Sostenible.
Los datos del informe muestran que:
- Menos del 20% de la basura electrónica mundial se recicla correctamente
- Riqueza escondida en el vertedero: la mala gestión de los residuos electrónicos provoca cada año unas pérdidas valoradas en 62500 mill. $
- Reciclar la basura electrónica es posible
La solución a esta problemática es, por un lado, mejorar los procesos de recogida selectiva y reciclaje creando cadenas de valor circulares globales, además de defender el uso de nuevas tecnologías para crear modelos de negocios de servicio, un mejor seguimiento de productos y programas de devolución de fabricantes o minoristas. Por otro lado, impulsar la llamada “economía circular”, en este tipo de economía lo que las empresas venden no es el producto sino el servicio, asegurando así la recolección de los residuos.
Gestión de residuos electrónicos en España
La Fundación Ecolec gestionó 113.131 toneladas de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos de (RAEE) de origen doméstico durante 2018, un 10% más que el año anterior, según datos de la propia entidad. De los cuales 31.258,75 toneladas corresponden a residuos de intercambio de temperatura (frigoríficos, congeladores, aires acondicionados). En cuanto a los residuos de origen profesional, definidos como residuos industriales, se ocupó de más de 1754 toneladas.
Fuente: ambientum – ver referencia del artículo