En esta nueva norma también se establecen los parámetros para marcar el ritmo de las mejoras tecnológicas en eficiencia energética. Por ejemplo, cuando el 30% aproximadamente de los electrodomésticos del mercado comunitario reciban una calificación A, o el 50% entre A y B, se procederá a una revisión. De esta manera, se consigue un sistema competitivo y útil.
El principal objetivo de este nuevo etiquetado consiste en ofrecer información clara y precisa sobre la eficiencia energética. Fácil y comprensible para todos los públicos. También aportarán más información que las anteriores. Datos como el consumo de agua, capacidad de almacenamiento, ruido, etc. Además incluyen un código QR, donde los clientes podrán encontrar más información sobre el electrodoméstico.
Este nuevo sistema de etiquetado solo afectará a los electrodomésticos que más tenemos en nuestros hogares como lavadoras, lavavajillas, frigoríficos, lámparas o pantallas de ordenador.