Beneficios de los electrodomésticos ecológicos

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Electrodomésticos eco

La situación actual

No es ningún secreto que la contaminación es uno de los principales problemas de la sociedad actual. El consumismo, la moda rápida, la inmediatez… Son solo algunas de las razones que han contribuido a todo esto. Pero no está todo perdido.

Cada vez somos más los consumidores que optamos por alternativas más ecológicas, optando por consumo más sostenible y responsable. Todos podemos aportar nuestro granito de arena, desde nuestros hogares.

Cada litro de agua desperdigado, cada watio malgastado, es una pequeña piedra frente al camino. Para ayudarnos en este objetivo, están los electrodomésticos ecológicos. Electrodomésticos comprometidos con el medio ambiente. La sociedad lo demandaba, y nosotros que nos dedicamos a la venta exclusiva de electrodomésticos ecológicos, lo sabíamos

Si es cierto que aún hay gente que cree que lo ecológico es más caro, o de peor calidad. Pero nada más lejos de la realidad. La etiqueta eco hace referencia al cuidado del medio ambiente. Al ser más avanzados tecnológicamente, su vida útil es más larga que la de un electrodoméstico convencional. Optimizan mejor los procesos, con un menor gasto energético, lo que nos lleva a un menor desgaste de las piezas. 

Ecológico no es sinónimo de caro, es sinónimo de mejor

un horno y un lavavajillas ecológicos

¿Por qué es mejor un electrodoméstico ecológico?

Como hemos comentado anteriormente, su principal fortaleza es el ahorro energético. Lo que a su vez, lleva consigo el menor desgaste y el beneficio que supone para nuestro planeta.

Son muchas las marcas que invierten grandes cantidades en investigación, con el objetivo de lograr los electrodomésticos sean los más sostenibles posibles. Traducido para el consumidor final en aparatos más inteligentes, con menor consumo y más duraderos.

Actualmente existe un sistema de etiquetado en el que se catalogan en función de estrellas. Siendo A+++ la más ecológica del mercado. Recientemente se ha aprobado una nueva normativa, por la que pasaran a etiquetarse en función de su letra. Siendo A la más ecológica y G la menos.

En nuestro día a día, podemos ver múltiples ejemplos de gasto energético inútil. Por ejemplo, cuando vamos a cocinar en una cocina de inducción, tenemos unos círculos que simulan el tamaño de una olla. En caso de que nuestra olla sea más pequeña que dichos círculos, el calor que genera de más se pierde. Generando un gasto innecesario para el planeta y para nuestros bolsillos.

Para resolver esta situación, está la placa de inducción inteligente. En lugar de tener círculos dibujados, toda la placa es capaz de aportar calor a la superficie que nosotros deseemos. Sin malgasto energético, sin importar tamaños de sartenes u ollas.

Está en nuestra mano aportar nuestro grano de arena a que el mundo sea un lugar mejor. No solo ayudando al medio ambiente, sino también, ayudando a nuestro bolsillo.